El bar Iberia es uno de los más antiguos de la ciudad de Buenos Aires. Desde la esquina de Salta y Av. de Mayo ha sido testigo de eventos históricos y frecuentado por políticos y actores.
Un bar que no podemos dejar de visitar.
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Bar Iberia
por Bruno Correia (bicorr@gmail.com)
El café Iberia es uno de los más antiguos de Buenos Aires y desde su esquina de Salta y Avenida de Mayo ha sido testigo de grandes eventos históricos además de haber contado con su buena cuota de visitantes celebres.
Nacido bajo el nombre de “La Toja”, en 1897 este café fue frecuentado por varios líderes radicales, como Hipolito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear, así como actores y poetas como Federico García Lorca.
Tras su cambio de nombre a Iberia, en la década del 1930, el bar se convirtió en un reducto de los españoles republicanos durante los turbulentos años de la Guerra Civil Española. Justo cruzando la calle, donde hoy se encuentra el banco ICBC, se encontraba el “Bar Español”, que solía albergar a los simpatizantes franquistas. Eran algo común los enfrentamientos entre ambos grupos en las calles circundantes.
En el 2007 el bar recibió una remodelación que buscó recuperar el espacio y modernizarlo sin quitarle su contenido patrimonial, lo cual ha dado como resultado que el salón principal tenga una estética que fusiona el estilo antiguo con un toque moderno. Esta selección estética quizás no sea atractiva para los más puristas pero es agradable y bien balanceada. Esto hace que la estadía en el salón sea muy agradable.
El bar cuenta con todas las comodidades que uno espera de un establecimiento de categoría, con Wifi y aire acondicionado, aunque la cantidad de enchufes es baja, lo que puede hacer que sea una tarea difícil conseguir uno si llegáramos a visitarlo un día en el que esté muy concurrido.
La decoración evoca la historia del bar, con fotos antiguas y dibujos de edificios típicos de la Avenida de Mayo además de contar con dos televisores que están sintonizados a las noticias.
Sin duda esto puede ser un punto en contra si lo que buscamos desconectarnos del mundo. Al no estar silenciados siempre tendremos presente lo que sigue pasando en el exterior.
El servicio de los mozos fue más que correcto y veloz, lo que es un gran punto a favor, teniendo en cuenta que el servicio suele ser lo que más fácilmente falla en este tipo de establecimientos.
El café es bueno aunque bien fuerte, las medialunas de las mejores que he probado en Buenos Aires, así que recomiendo no dejar de probarlas si estamos cerca.
En el rango de precios el café con leche con tres medialunas costó 55 pesos (Septiembre 2016) lo cual lo ubica dentro del rango que suelen manejar la mayoría de los establecimientos.
Es un lugar ideal para hacer una pausa para tomar un café o comer durante una visita a la Avenida de Mayo. La tranquilidad del ambiente lo hace ideal para sentarse a trabajar, aunque siempre teniendo en cuenta que puede ser difícil encontrar enchufe si está muy concurrido.
También es un buen lugar para asistir con grupos grandes para un almuerzo o cena. No lo veo como un lugar ideal para románticos si lo que se busca son luces tenues y atmósfera, ya que el salón está bien iluminado y la amplitud del mismo no genera una sensación de intimidad.
En resumen, es un lugar que todo amante de los cafés de Buenos Aires debe visitar, ya sea por su historia, ya sea por su café o por su estilo que fusiona el pasado con el presente. Un buen ejemplo de equilibrio entre dos momentos históricos conviviendo en un mismo lugar.
Fotografía de Restaurantes y Bares de BA