Traducción de la nota The Best Public Libraries In Buenos Aires publicada en la página web de "The Bubble".
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Traducción de esta nota
¿Siente la
necesidad de escapar al ruido caótico de Buenos Aires? Las
bibliotecas públicas de la ciudad emergen como un salvador potencial de los
bocinazos constantes y el bullicio de las calles. Aquí hay una lista de las
mejores bibliotecas públicas de la ciudad.
Biblioteca
Municipal Miguel Cané
Fundada en
1927, este lugarcito tranquilo y sin pretensiones, tiene más fama de la que
puede parecer gracias a que fue el lugar donde Jorge Luis Borges consiguió su
primer trabajo. El genio literario comenzó su carrera clasificando libros y
escribiendo sus primeros cuentos cortos en su tiempo libre. Escondida en el
barrio de Boedo, posee una impresionante colección de libros clásicos y ha sido
visitada por grandes de la literatura como: Juan Villoro, Mario Vargas Llosa y
Jorge Edwards. Este lugar se ha convertido en un sitio obligado para los
extranjeros que buscan rastrear los pasos de Borges.
Por encima
del salón principal se encuentra un cuarto donde el famoso autor solía
trabajar. Quien visite el lugar va a poder encontrar desparramados: su escritorio, una máquina de
escribir y algunos de sus libros y traducciones más icónicas. Esta biblioteca
no solo es un acogedor espacio barrial sino un punto histórico a donde el autor
argentino más importante comenzó su épica carrera como escritor.
Biblioteca
Nacional de Maestros
La
Biblioteca Nacional de Maestros fue fundada dentro del moderno proyecto lanzado
por la Generación del 80, cuyo principal objetivo era el de promover el sistema
educativo argentino. Se encuentra dentro del histórico Palacio Sarmiento y
tiene una colección de más de 200.000 piezas, que incluye libros, revistas,
videos y documentos centrados alrededor de material educativo y pedagógico.
La
biblioteca es un claro reflejo de lo importante que era la educación para los
padres fundadores de la Argentina. El edificio es impresionante, con una
arquitectura imponente y una fachada que funciona como un recordatorio
permanente de una nación que se encuentra lista para darles a sus ciudadanos
una identidad literaria y cultural.
La
biblioteca se encuentra dividida en diferentes áreas, que incluyen un salón de
lectura, la “sala americana”, una biblioteca de medios, una hemeroteca y una
sala del tesoro (ndt: donde se guardan los libros más importantes). La
biblioteca en sí misma es impresionante, con sus pisos de caoba, su iluminación
difusa y sus cortinados elegantes, que proveen un escape al
caos del exterior.
Biblioteca
Nacional de la República Argentina
La
Biblioteca Nacional es la biblioteca más importante del país. Solía encontrarse
en el muy histórico edificio del Cabildo pero más tarde fue trasladada a Las
Heras y Austria y rediseñada por el renombrado arquitecto Clorindo Testa, junto
con Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga. Algunos de sus directores más
renombrados fueron Jorge Luis Borges, Paul Groussac y Gustavo Martínez Zuviría.
¿Cosa de nada, no?
El edificio
también es famoso por ser un ejemplo de libro del diseño brutalista, lo que era
aparentemente muy común en los 50s, con sus típicas estructuras de concreto y
su reivindicación de la naturaleza. Se cree que el diseño poco común del
edificio busca maximizar el espacio verde del nivel inferior, al colocar la
sala principal de lectura en el quinto piso. Esto le da casi la forma de un
árbol y provee una vista al Río de la Plata.
La
biblioteca se encuentra dividida en trece pisos abarrotados por diferentes
sectores llenos de documentos, libros, revistas y diarios, algunos que datan de
la era colonial de la Argentina. También hay un cuarto de lectura para ciegos, otro de partituras y una biblioteca de mapas e imágenes.
Biblioteca
del Congreso Nacional
Una de las
bibliotecas más imponentes del país se encuentra a pocos metros del Congreso.
La Biblioteca del Congreso es una institución nacional creada en 1859 con el propósito
de asistir a los congresistas con sus consultas y proveer a los ciudadanos
ordinarios con información general, documentación y asistencia legislativa o
legal sobre asuntos regionales, nacionales o internacionales. Su fantástica forma sirve a un propósito mucho
menos glamoroso pero aún vale el viaje.
El edificio
ha sufrido una serie de “modificaciones” arquitectónicas, para ser actualizada
con espacios de lectura y ser dotada de espacios para actividades culturales dentro
de su agenda diaria. La biblioteca incluye un micro cine, área de exhibición,
salas de conferencia, áreas de trabajo y reunión y un bar ambientado para los
lectores. Una vez que se pasa la seguridad uno se ve inmerso en una realidad
paralela de tranquilidad mientras se ingresa al espacioso foyer, rodeado de
altos techos, suelos de mármol y lleno de estatuas de bronce. La biblioteca
parece salida de una película: inmensos libreros son iluminados con luces
difusas mientras que los antiguos escritorios de caoba se encuentran
desparramados por el lugar para que los lectores puedan elegir el punto que más
les gusta.
Traducción de Historia Digital. Puede verse el artículo original siguiendo este link