Traducción de la nota Gone Forever: Buenos Aires Architecture We Wish We Could Have Seen publicada en la página web de "The Bubble".
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Traducción de esta nota
Mucha de la
arquitectura de la ciudad de Buenos Aires se ha perdido para siempre durante
los años debido a la expansión urbana y a la falta de leyes de conservación.
Aquí están algunos de los ejemplos más notables.
La ciudad de
Buenos Aires tiene una antigua mezcla de estilos eclécticos, con arquitectura
que rivaliza con las capitales Europeas más icónicas intercalada con edificios
modernos mucho menos impresionantes. Mientras nos maravilla el eclectismo del
Palacio Barolo o la majestuosidad del estilo Beaux Arts de edificios como el
Palacio San Martín, es imposible no imaginar si la capital de Argentina alguna
vez no fue completamente así.
¿La
respuesta corta? Sí. Una buena parte de la ciudad fue así de imponente pero las
razones para la desaparición de mucha de esta herencia varían: desde la falta de
leyes de conservación hasta grandes obras públicas, como la expansión de la
Avenida 9 de Julio y la creación de la Autopista 25 de Mayo. Las pérdidas son
demasiado grandes para contarlas, pero aquí hay cuatro que encontramos
particularmente notables.
Pabellón
Argentino (Demolido en 1932)
La Feria
Mundial era un asunto importante hacia finales del siglo XIX y comienzos del
XX, donde los países gastaban enormes cantidades de dinero en edificios, muchas
veces inútiles, solo por cuestiones de prestigio. Para la Feria Mundial de
París de 1889 Argentina era un país joven, próspero en crecimiento y que mejor
manera de demostrarlo que unirse al club de las naciones de elite que se
presentaban. Aunque no tan impresionante como la Torre Eiffel, que también fue
construida para la Feria, el pabellón demostró ser un éxito y el edificio
entero fue llevado a la capital Argentina una vez concluida la expo.
Para 1910
fue re abierto como Museo de Bellas Artes (ahora en la Recoleta) para los
festejos del centenario de la Revolución de Mayo, que casi alcanzó los niveles
de ostentación vistos en la Feria Mundial.
El edificio
completo fue demolido en 1932 para expandir la Plaza San Martín en Retiro, ya
que aparentemente mover el edificio dos veces no era una opción válida. La
cuestión es que la mayoría de los edificios de las expos estaban diseñados para
ser demolidos (si, incluso la Torre Eiffel iba a ser demolida) así que el
Pabellón tuvo suerte de durar tanto tiempo.
Dato
interesante: Existieron una serie de pabellones construidos para el centenario
en Buenos Aires, que fueron igual de impresionantes al de Plaza San Martín y
que fueron todos demolidos, salvo uno, que se encuentra abandonado y atrapado
entre la mezquita y un supermercado Jumbo en la Avenida Intendente Bullrich en
Palermo.
Teatro y
Circo Coliseo (Demolido en 1942)
Abriendo sus
puertas como circo en 1905 y volviéndose un teatro en 1907, el Coliseo competía
con otros teatros del nivel del Teatro Colón en el entretenimiento de los
porteños de aquel tiempo. Más allá de esta impresionante estructura, el teatro
es famoso por ser el lugar donde se realizó la primera transmisión de una
performance musical por radio de la Argentina, transmitiendo la opera de
Richard Wagner Parsifal en 1920.
Para 1937
fue comprado por el gobierno italiano para albergar allí el consulado. Pero los
planes fueron suspendidos con el inicio de la Segunda Guerra mundial.
Para 1942
el edificio fue demolido para albergar el consulado, pero dado la inestable
economía de Italia volvió a ser un teatro en 1961, aunque con un diseño
completamente diferente.
El Nuevo
Coliseo aún funciona y se encuentra en el mismo lugar donde estaba el antiguo,
en Marcelo T. de Alvear 1125.
Casi todo
Belgrano
Si uno se
desvía de las transitadas avenidas Cabildo y Luis María Campos, encontrará una
pequeña cápsula del tiempo en la serie de residencias privadas construidas por
los inmigrantes Belgas, Británicos e Italianos, entre otros, que trajeron sus
propios estilos arquitectónicos a la ciudad.
Estos
edificios normalmente se encuentran encajados entre torres de edificios que
comenzaron a reemplazarlos en la última parte del siglo XX, pero nos muestran
una pista de cómo fue alguna vez el barrio: un suburbio que parecía encontrarse
a millones de kilómetros de la ciudad a la que pertenecía. Aunque estos cambios
dramáticos no son exclusivos de Belgrano, es aquí donde es más evidente la
falta de regulaciones de construcción y conservación, con gran cantidad de
pequeños tesoros (cada uno más impresionante que el anterior) perdidos para
siempre a manos de las inmobiliarias.
Palacio
Ortiz Basualdo Anchorena (Demolido en 1969)
Construido
en 1909, durante lo que muchos consideran el cénit de la arquitectura
Argentina, el edificio fue una de las residencias de la poderosa familia
Anchorena, la que aparece en el Martín Fierro como un ejemplo de las burguesías
terratenientes de Buenos Aires. Fue uno de los tantos hôtel particulier que se
construyeron, entre otros como el Palacio Errázuriz Alvear sobre la Avenida Libertador
(hoy Museo de Artes Decorativas). Estas familias perdieron sus riquezas, como
era común, a través de las diferentes herencias, desapareciendo de los anales
de la historia. El edificio fue heredado a dos parientes, con uno de ellos decidiéndose
por vender el edificio a las inmobiliarias, que lo demolieron. La otra mitad se
mantuvo en pie hasta 1969, cuando fue demolida. En su lugar se encuentra hoy
día un poco imaginativa caja de vidrio junto a la Plaza San Martín, rodeado por
los más afortunados Palacio Paz y el antiguo Ministerio de Relaciones
Exteriores de la Argentina.
Traducción de Historia Digital. Puede verse el artículo original siguiendo este link